El capítulo No matarás, del Informe Final de la Comisión de la Verdad, con el relato histórico de la guerra en Colombia, que permite entender sus detonantes y proceso, estuvo dirigido por una periodista antioqueña (Urrao, 1966) que desde muy joven se entregó a la tarea de investigar e informar los sucesos relacionados con el conflicto armado y la paz del país, para ser comprendidos ampliamente y llamar la atención hasta de los más apáticos. Ella es la excomisionada de la Verdad Marta Ruiz, destacada no sólo por sus investigaciones rigurosas sino como una de las plumas más claras y emotivas que ha puesto en letras la realidad colombiana. ‘Verdad en Acción’, VEA, la entrevistó acerca de su mirada sobre el proceso del Trabajo en Red entre Aliados.

VEA: ¿Qué la llevó a postularse a ser comisionada de la Verdad?

MR: En primer lugar, la necesidad de tener una comprensión completa, amplia, histórica, del conflicto armado. En segundo lugar, aportar a este momento de transición hacia la paz, contribuyendo también al proceso de escucha y de diálogo; es decir, a instalar una conversación nacional que nos ayude a tramitar el pasado y caminar hacia un futuro en paz. La Comisión de la Verdad era el espacio para tejer con los hilos de la memoria, ese futuro posible.

VEA: ¿Cómo ve el proceso de Trabajo en Red entre Aliados del Legado?

MR: El Trabajo en Red de los Aliados es central. Es la primera vez que una comisión de la verdad en el mundo deja un grupo que continúa su misión. Eso demuestra que la tarea de la verdad es una necesidad, que la verdad sigue siendo reclamada por la gente, y que, si bien la Comisión hizo un aporte sustancial, es la gente misma, la sociedad, la que siente que el trabajo debe seguir.

Yo creo que este trabajo de los aliados no sólo sirve para divulgar y socializar y debatir el Informe, sino que también le va poniendo nuevas capas y, de algún modo, lo resignifica constantemente. Eso hace que el Informe esté vivo, que el Legado esté vivo, que la tarea de la verdad esté viva.

VEA: ¿Cómo cree que pueden incidir los aliados en favor de la implementación de las recomendaciones?

MR: Hay que hacer un plan muy estratégico, porque son muchas recomendaciones. Se debe ubicar cuáles necesitan mucho más ‘pedaleo’ por parte de los Aliados; porque hay algunas que ya han entrado naturalmente en los programas de gobierno, pues coinciden bastante. Creo que las más difíciles son las de orden cultural, que son más estructurales; estas recomendaciones requieren un trabajo de largo plazo. Es necesario además que cada organización aliada no sólo haga lo que piensa que sencillamente puede hacer sino que se logren estrategias conjuntas, que se puedan evaluar.

VEA: ¿Qué fortalezas y qué desafíos ve para el Trabajo en Red entre Aliados?

MR: Los desafíos son muchos. El primero de todos es que no se pierda el entusiasmo, el impulso inicial. Los recursos también, por supuesto, son un reto. Me parece que es central la mirada estratégica, es decir, que no se desgasten en demasiadas cosas y apuntando a todos los campos, sino que haya una buena estrategia que surja de una buena lectura de las coyunturas, de las oportunidades que dan las coyunturas, y de los objetivos que tenemos como red. En ese sentido, se debe tener mucha capacidad de ver las oportunidades que se abran, y de ver los actores estratégicos con los que debemos trabajar.

Entonces, sí creo que el trabajo debe ir mucho más hacia construir estrategias, que deben de tener muy buena cabida en este momento en proyectos del Gobierno nacional, incluso en los gobiernos locales. Porque la verdad se ha instalado como una necesidad del país, como un ámbito del país, y qué hacer para aprovechar esto sigue constituyendo un gran campo para la imaginación, para la acción.

VEA: ¿Cuál es su estrategia para incidir en la implementación de las recomendaciones que dejó la Comisión de la Verdad?

MR: Hemos hecho una serie de reuniones con actores que no han conocido el Informe ni las recomendaciones, pero que tienen incidencia política. Hicimos reuniones con las Comisiones de Paz del Congreso, que se comprometieron a sacar adelante las recomendaciones. También las socializamos temáticamente con expertos y con sectores del Gobierno, en parte para calibrar en qué está la implementación, en parte para ver qué otras nuevas rutas se pueden establecer. Fueron conversaciones muy concurridas, muy interesantes, que nos dejan muchas tareas por hacer. El camino sigue.