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Boletín 2

Nov.-Dic. /2023

VERDAD EN ACCIÓN No. 2

Una Apuesta de Trabajo en Red entre Aliados

VEA

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Ágora Taller, por la transformación cultural

Por: Carolina Aldana García, coordinadora de Ágora Taller

Como organización defensora de los Derechos Humanos, Ágora Taller escuchó el llamado a construir “una paz grande”, hecho por la Comisión de la Verdad a la sociedad y al Estado colombiano, y por ello emprendió diferentes acciones pedagógicas y de sensibilización para difundir los hallazgos y las recomendaciones del informe Hay Futuro Si Hay Verdad.

Durante el segundo semestre de 2022, desde Ágora Taller hicimos reuniones y talleres presenciales con jóvenes, comunidades rurales, funcionarios/as públicos de Bogotá y de la región nororiental (Catatumbo, Norte de Santander y Arauca); también, charlas virtuales con personas de Neiva, Cúcuta, Valledupar, Medellín y Cali. Todos/as interesadas en conocer los hallazgos del Informe y detalles de algunos capítulos, centrándonos en la relación entre cultura y conflicto armado, narcotráfico, impunidad y las violencias y daños a los pueblos étnicos recogidos en los capítulos Resistir no es aguantar, No matarás, Cuando los pájaros no cantaban, y tomos del capítulo Colombia adentro.

Como resultado, en 27 encuentros llevamos el Informe a más de 350 personas; así como otros materiales audiovisuales de la transmedia digital que entregó la Comisión al terminar su mandato. Hemos venido depurando este trabajo durante 2023, cuando adoptamos estas recomendaciones para apoyar su difusión, y la comprensión de su alcance: i) enfrentar los impactos del narcotráfico y de la política contra las drogas; ii) superar la impunidad, y iii) una nueva visión de seguridad. Estos temas son cruciales para Ágora Taller, no sólo por la trayectoria y el compromiso que tenemos como defensores/as de Derechos Humanos sino por los factores que se entrecruzan e inciden en la persistencia del conflicto armado.

Nuestro interés es que estudiantes universitarios/as y funcionarios/as públicos/as conozcan estas recomendaciones y a partir de allí se faciliten diálogos respetuosos y argumentados sobre cómo asumir acciones tanto como personas conscientes que sienten, piensan y transforman comportamientos individuales, como sujetos políticos que pueden trabajar para que existan nuevas políticas públicas en las líneas propuestas por la Comisión.

Muy pronto nos dimos cuenta de que el trabajo por estas recomendaciones enfrenta un contexto de mucha tensión. Si bien el Gobierno nacional se comprometió a hacer cumplir lo recomendado por la Comisión, este también enfrenta duros cuestionamientos por la poca eficiencia de sus programas y la poca gobernabilidad, mientras en los territorios la disputa territorial entre los grupos armados y estructuras criminales genera nuevos ciclos de violencias contra la población civil.

Mientras estábamos en el dilema de seguir con la difusión de estas recomendaciones, en junio participamos en la convocatoria del Programa Estímulos del Instituto Distrital para las Artes, Idartes, y con la propuesta ‘De verdad, verdá… la infancia cuenta sin parar’, en la que ganamos una beca en la línea Arte y Memoria sin Fronteras con la que nos fue posible llevar el Legado de la Comisión a cuatro colegios públicos de Bogotá, facilitando encuentros grupales con niños y niñas entre los 8 y 12 años de edad, que estudian tercero, cuarto y quinto de primaria en las instituciones educativas Francisco de Paula Santander, de Bosa, Aulas Colombianas, de Santa Fe, Agustín Fernández, de Usaquén, y Nueva Esperanza, de Usme.

Adoptamos la recomendación número 8: “Para lograr una cultura para vivir en paz”, reafirmando que, como sociedad, debemos unir esfuerzos para que la niñez aprenda a rechazar la violencia y a reconocer a las personas que han sufrido violencias, discriminación cultural, étnica o económica y que en medio de las adversidades han demostrado una valentía y humanidad de la cual todos los seres humanos podemos aprender.

Entre agosto y octubre, facilitamos diálogos y narrativas infantiles sobre las verdades, la vida, los territorios y el reconocimiento de las víctimas. Nos apoyamos en nuestra experiencia como formadores/as, artistas e investigadores/as, y nos nutrimos de ‘Las lógicas de las verdades’, que promueven las Escuelas de la Palabra, de Educapaz, y de las orientaciones de la Cátedra de la Paz, del Distrito Capital. De nuevo utilizamos materiales escritos y audiovisuales tomados de la plataforma digital de la Comisión.

En doce recitales de sensibilización, logramos que niños y niñas aprendieran sobre el cuidado de la vida y los Derechos Humanos, y empezaran a dialogar sobre la verdad y los conflictos cotidianos que los afectan, así como a expresar empatía y solidaridad con el dolor de las otras personas y de los territorios. El equipo de Ágora Taller generó espacios tranquilos, alegres y seguros, en los que la niñez pudo hablar, dibujar y jugar sobre aquellas cosas que le molestan, o sobre verdades de las que no se habla; para avanzar poco a poco hacia asuntos complejos de la realidad colombiana, recogidos por la Comisión en una canción, un relato o un testimonio; como, por ejemplo, el de un líder del pueblo arhuaco, quien manifiesta que la violencia empieza por la desconexión del ser humano con la naturaleza.

Luego de escuchar esas palabras, los niños y niñas dieron sus propias explicaciones sobre las violencias contra los territorios, y aquello que podían hacer para evitar más daños; como, por ejemplo, no contaminar con basuras, proteger el agua y proteger a los animales.

Como resultado de esta primera etapa de sensibilización, recogimos 500 dibujos, frases y reflexiones de niños y niñas y de docentes que nos acompañaron. Con estos, elaboramos cuatro libros-frisos, y creamos un capítulo del podcast ‘La pasión de contar’, publicado en nuestra página web, que narra en detalle cómo realizamos esta propuesta. Con todo este material, regresamos a los colegios. Hicimos recitales de canto, poesía y nuevos relatos sobre las verdades que inquietan, las verdades que liberan, que sanan a la niñez y que contribuyen a la convivencia. Así, en tres meses logramos llegar a 956 personas: 469 niñas, 472 niños, doce mujeres docentes y tres hombres docentes.

Sabemos que es temprano para valorar si estos diálogos han contribuido a transformar comportamientos en la niñez; pero, sin duda, son parte de un camino que apenas empieza y al que debemos seguir invitando a docentes, familias, personas cuidadoras y hermanos/as mayores que de seguro en algún lugar están escuchando las preguntas y las propuestas de las niñas y niños.

Trabajo en Red entre Aliados del Legado de la Comisión de la Verdad.
Plataforma SEREMOS:
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