Descripción
La Plataforma Diálogos Improbables es una organización sin ánimo de lucro que promueve y acompaña, de manera técnica y con un equipo humano especializado, procesos de diálogo, mediación o negociación en torno a intereses y derechos, en contextos de conflictos sociales diversos y, por lo general, altamente polarizados. Así mismo, hemos diseñado una metodología que permite a actores de orillas opuestas, cuyo encuentro es cotidianamente improbable, entrar en conversación significativa con el propósito de hallar terrenos comunes y propiciar acciones colectivas orientadas a incidir en las condiciones determinantes para el desarrollo de la sociedad.
Creemos que la confianza empieza por el diálogo. Esa confianza depende de procesos de diálogo pacientes y rigurosos mediados por una organización sincera, profesional y libre de sesgos e intereses, como la nuestra.
Gracias a nuestra experiencia mediando procesos de diálogo en Colombia y otros países de Latinoamérica, conocemos las prevenciones y preocupaciones que cualquiera puede tener para participar en un proceso de diálogo.
Por eso, desde el principio, garantizamos condiciones confiables para cada participante. Instalamos procesos confidenciales, donde se participa con compromiso y sin la presión de tener que cambiar posturas o de entrar en una negociación. Además, traemos a la conversación visiones expertas e historias que muestran realidades desde distintas perspectivas, para enriquecer el diálogo y permitir que salgan a la superficie terrenos comunes que desconocíamos.
El eje de nuestro método está en acercar improbables, porque es la única manera de salir de los monólogos para abrazar la diferencia y ver nuevas orillas. Los dialogantes convocados traen posturas, ideas, orígenes, conocimiento, e historias tan diversas que, de otra manera, no se encontrarían. Así promovemos la re-humanización del otro y derribamos etiquetas.
Objetivo / Misión de la Organización
El propósito de la Plataforma Diálogos Improbables es aportar mediante el diálogo, la curiosidad y el cultivo de redes de confianza a una sociedad que convive mejor porque escucha, se conoce y valora sus diferencias y tiene la capacidad de imaginar alternativas para transformar sus conflictos.
En este sentido, para conversar sobre los temas difíciles, nos concentramos en provocar la curiosidad y la imaginación, para canalizar la energía del diálogo siempre pensando en el futuro. Gracias al sentido de cuidado colectivo que nace del proceso, somos capaces de cultivar redes de confianza con nuevos actores, para impulsar acciones que promueven una cultura de diálogo, y aportan a un terreno renovado y fértil para abordar las conversaciones que más nos está costando tener.
No necesitamos preguntarnos cuál es el camino para el diálogo, sino comprender que el diálogo es el camino; lo único que necesitamos es gente dispuesta a sacudirse y dar el primer paso.
