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Pronunciamiento CSM 19 de sepriembre

Pronunciamiento CSM 19 de sepriembre
Bogotá D.C. 19 de septiembre de 2024.
El Comité de Seguimiento y Monitoreo (CSM) observa con profunda preocupación el delicado momento que atraviesa el proceso de paz entre el gobierno colombiano y el ELN. En este contexto de crisis, advertimos que la narrativa a favor de la paz total se verá debilitada políticamente, y es probable que el escepticismo hacia el diálogo aumente a medida que nos acercamos al año 2026. Este es un reto que debemos afrontar con mesura, persistencia y una firme convicción de que el diálogo es el camino para la reconciliación.
Si bien la situación con el ELN es crítica, recordamos que hay otros procesos de paz en curso, los cuales no deben verse afectados negativamente por esta crisis. Debemos evitar un efecto “tsunami” que arrastre consigo los avances en la búsqueda de una paz completa y duradera. Asimismo, es imperativo insistir en la implementación integral del Acuerdo Final de Paz (AFP), cuya aplicación ha mostrado rezagos y desafíos, como la seguridad de los firmantes, lo que ha sido un espejo problemático para los demás escenarios de diálogo. La consolidación de la paz es nuestro desafío central, y no podemos permitir que el país se acerque a lo que se ha denominado como “el tercer
ciclo de violencias”.
Es imperativo mantener viva la paz como una narrativa viable, no solo deseable. Para ello, debemos mostrar logros importantes tanto en el proceso de implementación del AFP como en los diálogos de paz que aún permanecen en pie. Cuanto mayores sean los avances, y cuanta más visibilidad se les dé, menor será el espacio para que las narrativas contrarias al diálogo tomen fuerza en la sociedad. La confianza en el proceso de paz es frágil, y el escepticismo social será usado para debilitar los esfuerzos por construir una paz estable.
Por lo tanto, desde el CSM, hacemos un llamado al respeto a la población civil, que sigue siendo la más afectada por la violencia, y a la movilización social en favor de la paz. Es urgente garantizar que la comunicación entre las dos delegaciones del gobierno y el ELN se fortalezca y que, con firmeza y responsabilidad, logren sentarse nuevamente para superar esta crisis. Invitamos a que se encuentren con determinación caminos que nos alejen de la violencia y que nos permitan persistir en la búsqueda de un país reconciliado y en paz.
Acogemos el clamor de las comunidades que exigen que los diálogos se retomen, y que avancen firmemente hacia la resolución de las crisis humanitarias que tanto han afectado al país, como el cese al fuego, que ha traído alivio en diversas regiones. No podemos permitir que se pierda el rumbo, y por ello reiteramos nuestras recomendaciones en este escenario crítico:
1. Rechazar la violencia en todas sus formas, que solo perpetúa el sufrimiento y la división.
2. Llamar a la sensatez y al diálogo, como único camino hacia la paz duradera.
Es el momento de reforzar los avances en el proceso de paz, darles la mayor visibilidad posible y mantener la esperanza viva. La paz no es solo un anhelo, sino una realidad alcanzable, y depende de todas y todos nosotros mantener ese horizonte en el centro del debate nacional.