El acuerdo de paz colombiano con la guerrilla de las FARC buscó poner fin a cincuenta años de guerra y le valió al presidente Juan Manuel Santos el Premio Nobel de Paz. Sin embargo, la sociedad colombiana rechazó el acuerdo en un plebiscito polarizante, celebrado en medio de una emotiva campaña de desinformación. Gwen Burnyeat se unió a la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, la institución gubernamental a cargo de las negociaciones de paz, para observar y participar en una estrategia innovadora de “pedagogía de paz” que tenía el propósito de explicar el acuerdo a la sociedad colombiana.